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Tomás es un hombre de 63 años que vive en un futuro contaminado.

Está prohibido jugar o portar juguetes. Está prohibido relacionarse

sin tener como mediador un dispositivo electrónico: las células.

Los colegios tienen grandes pantallas donde se registran las charlas de los

maestros. Las casas tienen murallas negras donde se encienden televisores. Del otro lado siempre hay una cámara grabando.

Las últimas bestias

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